Como el Anmo (masaje) hacía desaparecer o aliviar el dolor, se fue incorporando como una terapia. En el uso del masaje como tratamiento se sintetizaban experiencias y, en consecuencia, se desarrolló el Tuina, una nueva terapia sistemática. La terapia consiste en realizar movimientos con las manos sobre la superficie corporal, en zonas muy determinadas y concretas, o en puntos claves. La eficacia terapéutica de los movimientos de las manos depende de los siguiente factores:
• De la naturaleza y de la intensidad de los movimientos.
• De la particularidad de las zonas predeterminadas.
• De los puntos donde se aplican dichos movimientos.