La garganta y la laringe tienen una especial conexión con la vagina y el útero; no sólo se parecen físicamente (tienen un canal hueco, vacío y húmedo), sino que estos órganos tienen reacciones similares: se inhiben y se cierran cuando se percibe “peligro”.
Además de esto, tenemos la relación entre cuerdas vocales y vulva, los pliegues vocales se unen con faringe y traquea, mientras que la vulva se une con la vagina y útero.
Es por ello que a la hora de tener un parto, la mujer podría concentrarse también en la relajación de la mandíbula y laringe, pues esto influye directamente en el suelo pélvico, la vagina y el útero.De esta manera podría su parto natural ser menos doloroso.
Incluso, podrían las mujeres gestantes cantar o vocalizar desde la garganta para poder dilatar y relajar los músculos vaginales desde el inicio de su embarazo.
Deben pensarlo como si fuera un reflejo. Al vocalizar, respirar y besar (acciones en las que existe un movimiento de garganta, mandíbula y faringe) es probable que también se libere tensión en el útero y vagina.
¿A qué se debe?
Tanto la vagina como la garganta están coordinadas, por así decirlo, por el sistema parasimpático, por eso hace sentido que haya cierta repercusión de uno en otro.
Incluso se ha demostrado que la voz de las mujeres cambia en cada fase del ciclo menstrual. La acumulación de la mucosa en las cuerdas vocales es diferente a lo largo del ciclo, igual que la mucosa del cérvix; o la acidez vaginal y la cantidad de saliva.
Sacar la voz y manifestar con fuerza lo que necesitamos decir, libera y relaja también nuestra vagina, cantar es una terapia preciosa para liberar nuestra voz interior y equilibrar ambas zonas: arriba y abajo.
En pocas palabras, las mujeres pueden sacar ventaja de esto al practicar ejercicios de relajación que incluyan ambos órganos.
"Experimenta y conoce tu cuerpo."